El artículo trata sobre la genética de la estabilidad del desarrollo en el cráneo de ratones. Tranquilidad, vamos por partes.
La estabilidad del desarrollo es la insensibilidad del organismo a las perturbaciones ambientales durante el desarrollo. Por ejemplo, a las embarazadas se les recomiendan unos alimentos y se les desaconseja otros para que el feto se desarrolle de la mejor manera posible, de la manera más estable posible. ¿Qué pasaría si el feto tuviera unos genes que lo hicieran ‘imperturbable’ por las condiciones ambientales en que se desarrolla? Que si tu hijo tuviera esos genes podrías, por ejemplo, inflarte a cerveza durante tu embarazo. Sí, pero más importante: que habría personas mejor preparadas genéticamente para desarrollarse en lugares donde hay malnutrición y falta de recursos en general (por ejemplo).
¿Y cómo se mide la estabilidad del desarrollo?
Por la cantidad de asimetría. Si los genes son los mismos en el lado derecho y en el lado izquierdo del cráneo y las condiciones ambientales también, ¿por qué hay individuos más asimétricos que otros? Por el desarrollo: aquellos individuos que han sufrido más perturbaciones durante su desarrollo serán más asimétricos y los individuos que han estado más tranquilos serán más simétricos. Imaginad que el cráneo es un edificio, una catedral: los planos dicen que la catedral es simétrica y los materiales han sido los mismos para los dos lados de la catedral, si la catedral ha salido hecha un churro (asimétrica) ha sido culpa de… los albañiles, claro. Cuando a los albañiles les pagas bien y les das su tiempo apropiado de descanso la catedral sale mejor. Cuando los tienes estresados y desconcentrados sale lo que sale. Así que una medida del estrés de los albañiles (es decir, de la estabilidad del desarrollo) puede ser la simetría de la catedral.
¿Y entonces qué hicimos?
Teníamos casi 700 ratones y de cada uno de ellos teníamos su genoma y una estimación de su asimetría. Para cada gen del genoma (el genoma tenía unos 80.000 genes) vimos si los individuos con una variante genética eran más simétricos que los que tenían otra variante (esto es, si habían tenido más estabilidad durante el desarrollo)*.
Y no. De los 80.000 genes ninguna variante se asociaba.
Jo. ¿Qué ha pasado aquí?
Pues seguramente que como ya habían intuido otros antes, no existen genes individuales que ayuden a estabilizar el desarrollo. En realidad es la interacción entre varios genes la que controla el desarrollo: un poco como los equipos de fútbol. Si intentas buscar jugadores que te garanticen victorias vas a encontrar muy pocos, a lo mejor Ronaldo o Messi, pero si buscas grupos de jugadores que interaccionando te garanticen victorias entonces es más fácil: Ronaldo y Modric, Messi y Rakitic, Modric y Rakitic… ¿Qué hacemos entonces? Ver si la presencia de ciertos pares de variantes genéticas se relacionan con una mayor o menor cantidad de asimetría.
¡Y bingo! Existen muchas combinaciones entre variantes genéticas de distintos genes que se relacionan estadísticamente con un aumento o descenso de la asimetría (de la estabilidad del desarrollo). Tantas combinaciones que pudimos crear una red: una red de genes**, que sería la estructura que controlaría la estabilidad del desarrollo.
¿Así que ahora qué? Pues que lo sentimos, que no existe EL GEN que permite a las embarazadas atiborrarse a cerveza. Quienes tienen una combinación concreta se desarrollan de una manera más estable: la estabilidad del desarrollo es un juego de equipo.
CVG
*No necesariamente un gen se asocie con la estabilidad del desarrollo quiere decir que ese gen determina la estabilidad del desarrollo, ni siquiera que la influya. Puede que haya algún factor que esté afectando a las dos cosas o que haya sido azar. Para saber la relación exacta harían falta experimentos. Nosotros queríamos saber la genética a gran escala (en general), así que con esto nos conformamos.
**En el estudio mencionamos genes concretos con nombres, apellidos y función probable, pero eso tan concreto es más especulativo. La certeza es que hay una red de genes que interactúan para controlar el desarrollo, qué genes y cómo lo hacen es otro tema.
Editado el 28/5: Gracias a Antón por indicarme que, de una manera más precisa, nuestro objeto de estudio más que los genes han sido las variantes genéticas dentro de cada gen (los alelos, para quién se acuerde de la biología de secundaria).